20 de diciembre de 2013

Toca dar las gracias

Hoy toca contar un cuento, por aquello que estamos de Navidad. Pero esta vez, un cuento agradable, real, y conmigo de personaje principal. Es la historia de por qué no dejé la fisioterapia.

Porque, aunque parezca mentira por la cantidad de horas que le dedico, hace ahora algo más de dos años yo me estaba planteando muy seriamente abandonar la profesión. La formación a la que había tenido acceso no me daba soluciones a cierto tipo de pacientes, y además iba desarrollando con la edad un cierto pensamiento crítico (nada del otro mundo, no os vayáis a creer) y empezaba a percatarme de que muchas cosas que me habían enseñado fallaban en lo más básico y violaban los principios de la lógica y la ciencia.

Entonces, abrí cuentas en perfiles sociales, leí blogs, y me dije: "Coño, si hay gente que ha pasado por lo que estoy pasando yo, a los que les han fallado las mismas cosas que a mi, y encima me pueden enseñar el camino y están dispuestos a hacerlo". Y conforme más leía, más aprendía, más "desaprendía".

Entonces volvió la ilusión. El planteamiento de dejar la profesión comenzaba a ser una pesadilla que quedaba en el olvido. Comencé a formarme con criterio, conocí a gente maravillosa que estaba siempre dispuesta a ayudar de forma desinteresada aconsejándote, o enviándote archivos, o a prestarte libros enviándolos por correo... La lista es interminable.

Y dos años después aquí me tenéis. Haciendo un (creo) trabajo infinitamente mejor del que hacía, con mucho más criterio y razonamiento. Y sobre todo con ILUSIÓN. Esa ilusión que entre muchos de vosotros me habéis hecho recuperar. Esa ilusión en que el mundo está lleno de gente buena. Esa ilusión que da que tanto pacientes como tus propios compañeros te reconozcan el esfuerzo hecho de una manera o de otra. Esa ilusión que te hace dejarte las pestañas cuando llegas a casa después de más de 10 horas de trabajo. Esa ilusión, en definitiva, que había perdido y que recobré encontrando aquello que buscaba cuando me metí en esta aventura de la fisioterapia. 

Por ello, GRACIAS. Gracias a todos los que me leéis, a todos con los que en un momento u otro e interaccionado: entre todos me hacéis querer superarme. Gracias a todos los que me habéis ayudado en alguna ocasión con consejos, libros, ideas para pacientes "rebeldes": vuestra generosidad es un ejemplo.

Hay algunos que, sepáis o no, me habéis ayudado y/o me estáis ayudando especialmente en el camino (y seguro que olvido a alguno que en su bondad me lo perdona): Gracias a Laura, Irene, Aurora y Rocío, porque es increíble que pueda recibir tanto cariño de gente que estáis tan lejos. Gracias a Arturo y Carlos, porque en distintos momentos me habéis guiado, muchas veces sin saberlo, más de lo que creéis. Gracias a Mariví, por demostrarme una confianza que yo mismo no tenía. Gracias a Jorge y Lorenzo: siempre me habéis demostrado que creéis en mi como persona y profesional: lo valoro más de lo que pensáis, y es una suerte poder trabajar con vosotros y que estéis tan cerca. Andy, también gracias a ti, por aguantar mis "cervezas" y mis bajones cada vez que te lo pido, dando sin esperar nada a cambio.

Y, por supuesto, gracias a ti, Carmen. Tu ayuda, tu apoyo, tu comprensión y tu paciencia son más de lo que hubiera podido pedir en esta vida. Gracias por soportar ver como trabajo en casa durante horas que por derecho te corresponden. Gracias por apoyarme en mis ausencias mientras estoy de curso. Gracias por apoyarme cuando han venido mal dadas y me has animado a seguir por donde iba. Sé que como regalo de cumpleaños no es mucho, pero este agradecimiento público es algo que quería darte. Sin ti nada de lo bueno que me está pasando, incluidos los dos maravillosos hijos que estamos criando, sería posible. Te quiero.

19 de diciembre de 2013

What if...?

El inefable @fildarin os propone un juego que estoy encantado de transmitiros.

Espero que lo disfrutéis.


What if...?


 ¿Y si Bob Esponja fuera fisioterapeuta?
Trabajaría en un centro de terapias manuales regentado por el señor Cangrejo,
junto a Patricio, Calamardo, Arenita, Perla, y por qué no, Larry la langosta.


Os propongo que el texto que habría en cada
bocadillo lo pongáis vosotros (en los comentarios a la entrada) y nos echamos
unas risas entre todos.


 Disfrutadlo!

14 de noviembre de 2013

Y tú, ¿a qué juegas?

Cuando Javi (@FisioStacruz) comentó en la red su preocupación por la frecuencia con la que últimamente se lesiona cuando juega al fútbol, y usó la expresión “me hago mayor”, se me vinieron a la mente multitud de comentario de amigos, familiares y pacientes de su edad que en los últimos tiempos han hecho referencia a lo mismo. Al contestar a su mensaje él me invitó a escribir sobre el tema. No pude rechazar tal ofrecimiento y, dada la naturaleza del blog y haciendo honor al anfitrión, no me quedaba más que comenzar a recopilar información para darle credibilidad a mis comentarios y algo de “evidencia” a mis conclusiones. Así que decidí realizar un microestudio vía teléfono móvil tomando como muestra a seis varones de entre treinta y treinta y cinco años, que juegan entre dos y cuatro partidos de fútbol a la semana (dos de ellos actualmente no lo hacen por lesiones).

Los seis han tenido en los últimos dos años alguna lesión de gravedad media (tres esguinces de tobillo grado dos, dos fascitis plantares, una periostitis). A todos les hice de forma individual una pregunta abierta, “¿Qué es para ti jugar al fútbol?”.

Al principio pensé que iba a escribir sobre lesiones, edad, práctica deportiva y un largo etcétera, ya que estos pacientes y amigos siempre me han mostrado sus dudas desde un punto de vista físico, de salud, tiempo de recuperaciones que se prolongan, aumento en la frecuencia de lesiones y dudas por el estilo. Pero al plantearles la cuestión sin previo aviso, dándole la vuelta al asunto, desde mi área de juego, me encontré con una visión completamente diferente del tema. Resulta que de forma común todos comenzaron a lanzarme respuesta el las que el plano físico quedaba relegado a un segundo escalón, cuando no a un tercero. Y tomaban protagonismo términos relativo a lo psíquico y social.
¿Estaba sin querer entrando en una dimensión biopsicosocial? Esto se ponía interesante.

Copié los comentarios del teléfono y los dispuse en un papel. Los resultados claramente se podían resumir de esta forma:
- Todos respondieron en primer lugar con las palabras “divertido” o “diversión”.
- Todos nombraron en algún momento y frecuentemente tras el término “diversión”, la palabra “amigos” o “colegas”.
- La mitad recordaron su infancia, y los “sueños” de esa época pasada.
- Dos de ellos utilizaron la expresión “me da vida”, y otros dos “me despeja”.
- Todos hicieron referencia a la importancia de “poder correr” y de “sentir que mis piernas están ágiles, fuertes, o  son útiles”.
- Cinco de los seis en último lugar nombraron las palabras “dolor” y/o “lesión” y en todos los casos hacían referencia a los miembros inferiores, la mitad en concreto, a los tobillos.

Repasando estos datos experimenté la necesidad de darle la vuelta a la entrada; mi “Tortuga creativa” (1) asomó la cabeza. Y entonces decidí dejar “reposar” los datos y descansar a ver si al día siguiente experimentaba mi “Momento ¡Ajá!” (2).
Me desperté recordando una entrada de Carlos Castaño (@carcasor) (3) en el blog de Edupain y empecé a escribir.

Comencé por recopilar conclusiones:

- Jugar al fútbol es muy divertido. Y doy fe puesto que en el colegio jugaba bastante y me lo pasaba “bomba”.
- El hecho de estar en grupo, de ver a los amigos, de compartir un rato, quizá el único de la semana con ellos, es importante.
- El realizar una actividad en la que rememoras una época pasada de tu vida que te conecta con tu “yo” de diversión, agilidad y despreocupación, es reconfortante. Existe “memoria” asociada a recuerdos, emociones agradables que impulsan a seguir realizando una actividad. No puedo evitar acordarme de Mark Lender, y los bollycaos frente a la tele, a los pelotazos que luego pegaba mi hermano a las cinco de la tarde contra la pared mientras llegaban los amigos. Qué tiempos.
- El hecho de sentirte físicamente bien, de demostrarse que puedes correr y pegar saltos a pesar de las horas que pasas sentado o de pie el resto del día, es importante.
- Existe un componente negativo añadido a todo esto que es el dolor o el “daño” pero que exceptuando dos de los casos recientes de esguinces de tobillos, no impiden la continuidad de la práctica de la actividad.
- Y  por último, sería necesario revisar qué le pasa a esas extremidades inferiores, en particular a los tobillos y pies.

Me hallaba en la escritura de estas conclusiones cuando mi “momento ¡Ajá!” se presentó en forma de duda, (como cabía esperar). ¿Es más fuerte el impulso de lo psicosocial que el físico, visto que siguen realizando la actividad a pesar de la posibilidad de hacerse daño? Está claro que es algo sumamente relevante, incluso se superpone al hecho de poder “salir mal parado”. Y por tanto ¿Se podría extrapolar esta, llamémosle “motivación al movimiento”  o quizás “emoción, pulsión” a otras áreas, en otras personas?
Planteo una cuestión, ¿por qué no ayudamos a  buscar en esos pacientes perdidos en las conductas de miedo-evitación al movimiento, sus particulares “partidos de fútbol”, aquella actividad que más allá de lo meramente físico se imponga lo social, la satisfacción personal, la diversión?

Os dejo con algunas respuestas transcritas literalmente desde el móvil.

 “Cuando juego al fútbol me siento parte de un grupo, termino exhausto sin darme cuenta de haber hecho un esfuerzo, te animan, te superas, imitas lo que ves en la tv o en el estadio, o eso intentas, te ríes, te desahogas gritando, ejerces tu poder de liderazgo o tu necesidad de acatar órdenes… y además es divertido…y cuando marcas un gooool es casi como un orgasmo… hay contacto humano, sudor, compenetración, ejercicio… “

“Es algo muy divertido, -testosterónico- (gritos, empujones...) Donde te picas con gente y además ves a tus amigos un rato… y últimamente dolor de tobillos”

“despejarme…sentir que aún  puedo correr… recuerdos de la infancia… estar vivo”  

“siempre soñé con jugar en primera división; aún sueño”, “Estar con los amigos”, “Me da vida”.

 Así que al final mi reflexión es que creo sinceramente que tod@s deberíamos “jugar al fútbol”.
Mi amigo Darío, de seis años, y futbolista desde los cuatro, respondió a la misma pregunta que les hice a los de treinta con gesto contundente, exclamando “Es lo más divertido”. Y ahí queda eso.

Entrada a cargo de Inmaculada Villa (@villa_inma)


  1. “The real neuroscience of creativity” by Scout Barry Kaufman. 19 August 2013. Beautiful Minds.
  2. “The aha! Moment: a scientist’s take on activity”. David Jones. The Johns Hopkins University Press. 2011.
  3. “El ejercicio que no cuenta como ejercicio” Carlos Castaño, blog Edupain.

5 de octubre de 2013

Una colegiada más

Entrada escrita por @EsperanzaPrez 

Hasta hace menos de un año, yo era una colegiada más. Me explico: pagaba religiosamente mis cuotas, entraba de vez en cuando en la web para ver si había algo nuevo, pedía la agenda todos los años (muy útil, la verdad, me encantan las frases del día) y miraba la oferta de cursos y jornadas a ver cuáles me interesaban. Poco más, la verdad. Sabía, no obstante, que desde el colegio se encargaban de gestionar algunas cosas como los cursos homologados, las relaciones entre comunidades autónomas y con los distintos servicios de salud, pero no profundizaba mucho en eso. Al fin y al cabo, era "lo que tienen que hacer, qué menos, para eso pago las cuotas" 

Pero todo cambió el día que asistí a las Jornadas #colfisio20 "Fisioterapia y redes sociales", en Noviembre de 2012. Unas jornadas organizadas por el colegio y en las que desvirtualicé a compañeros a los que "conocía" por las redes sociales y sus interesantes blogs, aprendí a manejarme mejor en esto de las redes sociales (desde entonces para mi Twitter es un #must), y vi el buen hacer del colegio en cuanto a organización de unas jornadas ideadas e impulsadas por personas colegiadas.

Digo esto último porque esas jornadas surgieron a raíz de la loca idea de unos cuantos colegiados andaluces, los cuales la transmitieron al colegio. Inmediatamente la máquina comenzó a moverse en el buen camino y el resultado fue una jornada completísima (incluso tuvimos almuerzo incluido en la jornada que me hizo recordar mi época universitaria, ¡hace unos cuantos añitos ya!), participativa, y para mi he de decir que emocionante. Volví a casa con la sensación que ya nada volvería a ser igual para mi. Puede sonar a tópico, pero así fue.
Desde ese día, comprendí varias cosas. Primero, que se podía interactuar con compañeros en la distancia y colaborar activamente en proyectos comunes. Segundo, que se podía hablar de tú a tú con personas que habitualmente sólo verías en congresos o jornadas desde el público o como mucho las leerías en artículos científicos o editoriales. Y tercero, y la más importante para esta entrada: que el colegio responde a los colegiados que proponen cosas y son activos. 

Esa creo que fue la conclusión clave para comprender que hace falta darse cuenta de que para que algo o alguien responda hay que ser participativo primero, informarse bien después y si tienes alguna inquietud, decirla de forma constructiva, siempre desde el mayor de los respetos. Y se obtiene respuesta, os lo puedo asegurar.

Desde entonces he sido consciente de que hay que implicarse más en las cosas para que funcionen y no esperar que otros lo hagan por ti. Escuchar a quienes tienen algo que decir y actuar más desde el conocimiento.

Y esa actitud me ha dado grandes satisfacciones, una de ellas es esta oportunidad que me han brindado tanto el actual presidente del colegio, Miguel Villafaina, como el resto de mis compañeros en la que en origen pretendía ser candidatura. Hace menos de un año ni siquiera me podía imaginar que me propusieran formar parte de una candidatura a la Junta de Gobierno del ICPFA. Y gracias a mi cambio de actitud y mi "despertar" en la fisioterapia he recibido esta gran oportunidad de poder demostrar a los colegiados que pueden ser escuchados y tenidos en cuenta. Que la Fisioterapia es una gran profesión que necesita a grandes profesionales implicados en ella y que mi afán va a ser hacer llegar el colegio a los colegiados como en su día me pasó a mi.

No he querido desaprovechar esta oportunidad de pasar a la acción, y no quedarme sólo detrás de la pantalla del ordenador viendo la web del colegio o entre el público de unas jornadas. Me gustaría que otros colegiados experimentaran lo que yo he experimentado en este tiempo y vieran que si una "colegiada más" tiene la oportunidad de entrar a formar parte de la Junta de Gobierno, muchas cosas serán posibles en esta nueva etapa del Ilustre Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Andalucía.

Imagen propiedad de Mr. Wonderful


2 de octubre de 2013

Visto / oído (2)

En una de las conversaciones de pasillo de las pasadas jornadas sobre intrusismo que organizó el ICPFA (tenéis una entrada con mis impresiones sobre la misma aquí), surgió una historia que ponía de manifiesto hasta qué punto las administraciones a veces actúan de forma absurda. Paso a contarla:


Había una vez una compañera de una bella ciudad española que pretendía abrir una clínica de fisioterapia, y solicitó permiso a la administración de salud competente. Como corresponde, el inspector de sanidad acudió a verificar que todo estaba en orden, y resulta que la rampa de acceso no cumplía los requisitos por 3º de inclinación, con lo que le denegaron dicho permiso.

La fisioterapeuta se puso en contacto con su colegio para ver posibles soluciones. Dicho colegio, como todos, mantenía y aún mantiene buenas relaciones con la inspección, a la que trasladan que eso puede y debe ser considerado como una falta leve que no impide la apertura. La dirección de la inspección manifestó estar de acuerdo, y así se lo hizo saber al inspector.

Pero, queridos amigos, resulta que la gente de la capital y la de la ciudad donde se pretende abrir no se llevan muy bien tradicionalmente, y el inspector en cuestión se cabreó porque desde la capital le "dirijan", e impidió abrir a la fisioterapeuta nuevamente.

Ésta, ante esta situación, tiene que abrir como centro de osteopatía, no como centro de salud, porque, y aquí está lo grave, al no ser centro sanitario NO PRECISA DE INSPECCIÓN DE SANIDAD PARA ABRIR. Y como ésta sólo actúa ante centros registrados o solicitantes, y no de oficio, pues la compañera de la bella ciudad pudo abrir su negocio.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.

29 de septiembre de 2013

III Jornadas sobre el Intrusismo en el Ámbito Sanitario

Se les ve, pero cuesta trabajo...
El pasado viernes día 27 de Septiembre asistí, con mucha nostalgia por celebrarse en mi antigua universidad, las jornadas que dan nombre al título de la entrada. Del intrusismo se ha hablado en la red en numerosas ocasiones (me encanta la visión de esta entrada de @lorenzofisio), y es uno de los principales problemas que tiene nuestra profesión, muchas veces provocados por nosotros mismos. Por ello, estaba muy interesado en escuchar lo que allí tuvieran que contarnos, y aquí van mis conclusiones y sensaciones sobre lo que allí se escuchó.

Lo primero que se me vino a la cabeza, al ver a la gran cantidad de colegios de distintas profesiones sanitarias representadas, es que no es algo exclusivo de la fisioterapia, sino que todo (o casi) colectivo de la salud se ve afectado de una forma u otra por esta lacra -término que se utilizó mucho a lo largo del día-.

Justo así estaba tras ver lo "útil"
que es la ley penal
En la sección de la mañana escuchamos a juristas de distintos ámbitos hablar acerca del intrusismo basándose estrictamente en el art. 403 del Código Penal, donde se define el intrusismo con figura legal. Todos coincidieron en lo mismo: es insuficiente, ya que las competencias entre distintos sanitarios no están definidas claramente (excepto en odontólogos/estomatólogos/dentistas). Esto es debido a que el legislador defiende la ley de regulación de las profesiones sanitarias hace hincapié en el carácter multidisciplinar de las profesiones sanitarias. Sobre esto, en el propio tribunal supremo hay sentencias en las que se lee que no deben existir monopolios competenciales. Estemos o no de acuerdo con esto, legalmente es lo que tenemos.
También se habló del artículo 637 del CP como otra referencia al intrusismo puro. Pero también resulta insuficiente, porque lo de título académico también deja lugar a la interpretación: ¿título académico equivale a título oficial?
Ante esto, nos encontrábamos ante lo que denominaban una "ley penal en blanco", a pesar de ser la salud un bien jurídico protegido (art. 36 de la CE), porque aquí las definiciones no están claras ni cerradas tampoco.

Así, a priori, se nos presenta un panorama desalentador. Pero hay muchos motivos para la esperanza. Aquel que nos presentó un panotama más descorazonador, el abogado del ICOPFCV, también nos daba una vía alternativa: ampararnos en la ley de mercado. Algo que fue apoyado por los demás presentes: estamos vendiendo salud, en un mercado libre, y podemos denunciar por publicidad engañosa y otras muchas causas, con muchas más posibilidades de triunfar.

Por otro lado, un representante de la sección judicial de la Guardia Civil, volvía a animarnos. Para ellos, las cosas están más claras con respecto al código penal, e investigan todas las denuncias que le lleguen, aunque pedían más denuncias. Si veían indicios, resaltaba el impacto psicológico que tiene en un delincuente no habitual (como son estos), el verse detenido y "engrilletado", para tomar declaración. Eso sí, él no sabía si había condenas habitualmente, y decía que eran más duras las sanciones administrativas que las penales.

Quedó claro también que ni las administraciones ni las autoridades tienen medios para perseguir. Aunque en mi opinión creo que podrían hacerse cosas diferentes con los medios que disponen, pedían más denuncias para poder actuar. Una vez más, los cuerpos de seguridad del estado veían mucho más fácil actuar que las administraciones en estos casos.

En la tarde me gustaría destacar la ponencia de D. Juan Luis Manfredi. Nos expuso la situación de intrusismo del periodismo, muy parecida a la nuestra, entre otras cosas porque gran parte de la culpa la tienen los propios periodistas -¿nos suena?-, y también nos dijo que nos falta habilidad para comunicar, entendiendo como tal la habilidad para convencer al ciudadano de lo que decimos. Para eso coincidieron varios ponentes en que nos falta identidad. Pero ese es otro debate muy profundo, y se haría eterna la entrada.
También nos indicó que las páginas webs oficiales están creadas para informar, no para crear opinión. Y resaltó la importancia de las RRSS en este ámbito por su gran visibilidad.

Para finalizar, se ha leído en RRSS la inutilidad de eventos como éste. No estoy de acuerdo con esta afirmación por varios motivos:
1. No vemos la situación real hasta que abogados, inspectores, fiscales o representantes del defensor del pueblo nos exponen su punto de vista. Vemos las dificultades, pero también las posibilidades.
2. Había representantes de multitud de profesiones y lugares de España. Las conversaciones en pasillos nos hacen ver su realidad, no tan distinta de la nuestra, y comenzar a vislumbrar estrategias comunes. Lo mismo ocurre con los juristas y autoridades antes mencionados.
3. Es importante para los que acudimos conocer qué es el intrusismo realmente (legalmente), pues creo que la mayoría lo desconocíamos, y la mayoría de los que no acudieron también.

Estoy seguro que olvido cosas, pero dos días después es lo que más recuerdo. Os recomiendo la lectura de @aroterapia sobre estas mismas jornadas en ¿Desilusión o esperanza?

PD: en las jornadas se aprovechó para presentar un spot contra el intrusismo del ICPFA. Aquí os lo dejo.



26 de septiembre de 2013

Una mañana entre peques

Ayer disfruté de una nueva experiencia como fisioterapeuta. En el marco de la campaña dirigida a niños sobre higiene postural, organizada por el Grupo Provincial de Sevilla del ICPFA, di una charla a dos clases de niños de seis años (por separado, que si no eran 50 niños, qué locura), en el colegio Aníbal González. La experiencia ha sido a la vez maravillosa, divertida, estresante y sorprendente.

Los nervios previos fueron superiores a cualquier otro evento al que me haya enfrentado, ya sea un nuevo trabajo, una ponencia, una formación o lo que queráis imaginar. ¡Niños! ¿Cómo atraigo su atención? ¿Cómo se lo hago interesante? Muchas preguntas y pocas respuestas tenía. Y a pesar de todo, allí me tenéis, con muchas ideas aportadas por @villa_inma (nunca se lo agradeceré lo suficiente) y otras muchas mías, acompañado de una caja, un ordenador, un modelo anatómico de columna y unos cuantos palos.

Empecé preguntando a los peques qué hacía un fisioterapeuta, con respuestas variopintas, aunque las más comunes eran el "no sé" (andaban un poco cortados) o el "masaje" típico. Después de explicarles que los fisioterapeutas hacíamos mucho más, intentando que las personas volvieran a moverse bien después de "estar malitos", empezamos a hablar de la espalda, dejando que tocaran el modelo anatómico (eso les encantó) como método de "ganármelos".

El resto fue sobre ruedas: juegos para ver cómo hay que sentarse, transportar la mochila, levantar pesos... Dándole la importancia justa, que tampoco vayamos a exagerar, que tienen 6 añitos. Y fue increíble ver cómo captaban las cosas, cómo se involucraban, cómo comenzaban a corregirte sobre la marcha... Sólo espero que se queden con algo útil de todo esto, aunque sea el buen rato que pasaron.

Javi en acción, "tocando la guitarra". Tenían salidas que te tenías que reir
Sólo me quedó una sensación agridulce, y es que muchas veces tuve que cortar el catastrofismo: respuestas del tipo "porque si no te rompes la espalda", o "si no necesitas medicinas e ir al médico para que te pinchen" fueron muy oídas. La verdad es que intenté pararlo simplemente suavizándolo, y decir que sólo había que intentar hacer las cosas bien para que siempre pudiéramos movernos y jugar bien, pero que no se iba a "romper" ni nada por el estilo, y que no había que estar todo el día pendientes de nuestro cuerpo, que él era listo y nos avisaba. Hay que evitar decir ciertas cosas a los niños, que estamos desarrollando futuros enfermos y catastrofistas con estas expresiones, y luego pasa lo que pasa.

En resumen, una experiencia que repetiría (con los mismos nervios que ayer) porque no hay nada más refrescante que el aplauso de un grupo de niños sonriéndote al decir adiós.

23 de septiembre de 2013

De aseguradoras: propuestas de solución

Buenas, como lo prometido es deuda, comencemos a habar de FISIOTERAPIA. En este caso, y dado que aproximadamente el 80% de los fisioterapeutas trabaja en el ámbito privado, según estadísticas que leí hace algún tiempo no recuerdo donde, hablemos de algo que seguro que nos preocupa a todos mucho, y demos ideas para solucionar este problema que tenemos, entre unos y otros, "long time ago", pero no en una galaxia "far far away", sino a la puerta de cada uno de nosotros.

En primer lugar hay que decir que, en esto, casi todos (el 80%, vaya) vamos a tener conflictos de intereses, básicamente porque todos estamos en una posición actualmente: o no trabajamos con ellas o sí que lo hacemos. Así que sí, mi opinión quizás esté sesgada, y por eso lo pido desde ya: son nuestras propuestas e ideas (en algún caso matizadas por mi propia opinión, que para eso es mi blog xD), pero queremos las de todos. Ahí están los comentarios. Lo que sí está claro, si leéis mi entrada Las cuentas claras, es que es insostenible hacer un tratamiento individualizado y de calidad por 6€ / atención.

Creo que ya ha pasado el tiempo en el que uno elegía su seguro de salud como salida a la lentitud del sistema público. Al menos no lo hacen por la fisioterapia: el ciudadano va tomando conciencia de la importancia que tiene una fisioterapia de calidad, y del bien que puede ejercer sobre su salud. Tenemos que jugar esa baza con respecto a la aseguradoras para que dejen de ningunearnos, pero siendo conscientes de que actualmente el "poder" lo ostentan ellos.

Hay que hacerles ver el conocimiento que la población tiene acerca de la fisioterapia, que no son sólo "apretar botones", dar un "sobeteo" y mañana vuelva para lo mismo. También hay que jugar con que vean el coste-beneficio real de una fisioterapia de calidad.

Pero tampoco podemos pedir que simplemente paguen más, y listo. Tiene que haber contrapartidas y un mejor sistema que el de fisioterapia "por paquetes" que existe hasta ahora.
Estas son algunas de las propuestas que han ido surgiendo en conversaciones, pero espero muchas más por vuestra parte en los comentarios:

1. En base a lo anterior, tenemos que renegociar nuestro papel dentro las mismas, pues para muchos asegurados somos su "producto estrella", de relativo fácil acceso (incluso pedir acceso directo estaría bien, pero eso es otra "batalla"). Esto sólo puede conseguirse en base a una atención de calidad, pero no únicamente refiriéndome al proceso asistencial como tal, sino a la obligación de hacer historias clínicas completas, informes de alta, informes de tratamiento, etc.

2. Establecer un nuevo modelo de tarificación, basado en una cartera de servicios diferenciada en la que se vean incluidas la primera consulta, los diferentes procesos asistenciales a seguir (en función de la evolución siempre), el informe de alta fisioterapéutica distinguido del informe de alta médico... y un largo etcétera. De esta manera tendríamos una forma de distinguir procesos "corrientes" de procesos que necesitan atención más especializada (las especialidades, otro carro de batalla) o de más entidad clínica.

3. Otra manera de conseguirlo sería estableciendo una escala de procesos asistenciales, en función de su entidad clínica o grado de dificultad. Por ejemplo (sólo por ejemplo), un grupo para para procesos que sólo precisan de prevención; un segundo de patologías de poca entidad; un tercer grupo de patologías de más entidad (como las del grupo 2 con complicaciones) y un último conjunto para procesos de gran entidad o de alta especialización. Obviamente, hay un amplio debate aquí sobre qué entra en cada grupo.

A todo esto habría que sumar reuniones con distintos colectivos, como la mutualidad de funcionarios (gran número de los asegurados son funcionarios, como sabréis, por mor de sus convenios), para hacer ver a ellos también la importancia de la fisioterapia y que puedan hacer fuerza en nuestro favor.



Claro, todo esto está muy bien. Pero en una negociación ambas partes tienen que ofrecer algo, y nosotros aún no lo hemos hecho. No podemos exigir más precios, o esas divisiones, así por las buenas. Tengamos en cuenta que:

a. No podríamos seguir haciendo churriterapia bajo estas premisas. Y deberíamos, en mi opinión, permitir que las aseguradoras "auditaran" de algún modo nuestros tratamientos, exigiendo que fueran basados (o informados) en la evidencia, a modo de lo que se hace en los EEUU.

b. Quizás, en alguno de los supuestos antes explicados, se precise una formación específica para poder realizar alguna de las atenciones (otra vez las dichosas especialidades). Y no hablo solo de lo que podamos necesitar nosotros, sino nuestros empleados.
Las negociaciones siempre son difíciles y en ésta concretamente hay muchos actores y factores

Y estas dos sólo a modo de ejemplo, porque seguro que sería todo mucho más duro que esto.

Por último, y aquí barro para casa, si se consigue, ¿en qué posición quedamos los que durante años hemos elevado la concepción de la fisioterapia rechazando a este "cliente-asegurado"?. Sé que esto que digo es bastante polémico (no sabéis qué debate ha habido en nuestras reuniones), pero creo que habría que vehiculizar sistemas para que no quedemos fuera de estos pacientes si se consigue una negociación y un acuerdo (ojalá) positivos.

Espero vuestras críticas y sinceras opiniones.

4 de septiembre de 2013

Visto, oído... (1)

Hace unos días, en la sección de "Bolsa de empleo" de la web del ICPFA, vi esta oferta de empleo:


Y días más tarde, esta otra:


Como veis, en ambas pone que se valorarán o como requisitos el conocimiento de  "técnicas innovadoras". Son ofertas publicadas por fisioterapeutas, colegiados, con la titulación legal y toda la pesca.

Y yo me pregunto, ¿qué son técnicas innovadoras? Porque técnica innovadora es el palito de apretar azul o el percutor estructural, por ejemplo, y son técnicas que no pueden ir junto a palabras como evidencia o plausibilidad. Ya puestos, técnica innovadora es dar golpes con un bate de béisbol para curar una patología. O más innovador aún, como dijo @jorge_ze, me invento el método Santacruz, por absurdo que sea lo que se me ocurra.

Si los propios profesionales no aprendemos a valorar un trabajo bien hecho, y solicitamos para nuestros empleados técnicas al menos plausibles y mejor evidenciadas (Mulligan, MacKenzie, formación en control motor, DNM, ejercicio terapéutico...), no conseguiremos hacer crecer nunca la marca fisioterapia, y nos seguirán comiendo la tostada quienes no deben.

3 de septiembre de 2013

¿Y yo que hago con Miguel Villafaina?

Sí, me gustan los gatos xD
Eso os preguntaréis muchos después de haberme visto y oído criticarlo, y muy duramente, miles de veces, en todos los foros que me puedo imaginar. "¿Qué hace este pavo acompañando a Villafaina, y trabajando con él, con la caña que le ha dado?"
Vale, pues ahí van mis motivos, que creo que son muy mundanos y comprensibles:

- Durante todos los años que lleva al frente del ICPFA, se han cometido errores y aciertos durante la gestión. Pero durante los dos últimos años, especialmente desde que cambiaron algunos cargos en la junta de gobierno que habían convertido el colegio en un coto cerrado abusando de la delegación de trabajo que suele hacer Miguel, la institución se ha acercado mucho al colegiado y ha comenzado a escucharlo, centrándose en las necesidades que pueda tener y elaborando acciones que son más acordes al momento actual que exige la coyuntura socioeconómica. Es cierto que queda mucho camino por hacer, y mucho acercamiento, y ahí creo que es donde los nuevos podemos aportar.

- Me siento maduro, después de más años de los que quiero reconocer en la profesión, para afrontar este reto, en caso de que los colegiados gusten en las urnas (y antes con los avales), y trabajar en un equipo que ve un futuro global para la profesión que a la mayoría de nosotros se nos escapa. Creo que esa visión global les hace ser idóneos para trabajar por la profesión, y sin embargo también se necesita gente que trabaje por los profesionales, con visiones más cercanas al día a día de "un currito". Y ahí es donde creo que puedo aportar yo.

- Conocidas las ideas que tiene el equipo de trabajo, ESTE renovado equipo de trabajo, con respecto a los siguientes pasos a dar por el colegio, concuerdan bastante, aunque hay numerosos matices que aportar y corregir desde mi punto de vista (con la ayuda de todo el que quiera aportar), con los que considero los principales asuntos a tratar para la profesión y los profesionales en el momento actual. Esto se hará público, como corresponde, antes de que me acribilléis, cuando las candidaturas sean oficiales.

- Me siento obligado, moralmente, a dar este paso adelante y trabajar por lo que creo, con las ideas que tengo, desde dentro si es posible. Es sencillo criticar desde la barrera, pero si te dan la oportunidad de cambiar las cosas que crees que se podrían mejorar, ¿cómo rechazarlo?

- El presidente del ICPFA debe ser una figura institucional, con contactos, que sepa moverse y hablar en las altas esferas, con experiencia clínica y profesional. Todos esos factores los cumple Miguel, que siempre confía en su equipo de trabajo, que para eso lo tiene, y poder así centrarse en esos asuntos. No encuentro una persona que pueda representar mejor a la profesión y cumpla mejor esos requisitos. Ahora el trabajo del resto de nosotros es que esa representación la haga desde las ideas que mejor representen al global de los colegiados y sus intereses.

Por si fuera poco todo lo anterior, los nombres que surgen de posibles alternativas, o bien no merecen en absoluto mi confianza, o bien no sólo no creo que no lucharán por el bien de la profesión, sino todo lo contrario buscando su propio interés. Hay muchas cosas que me llevan a estas conclusiones, pero esos razonamientos me los guardo para mí. Hablemos, con el beneplácito de los colegiados, desde la perspectiva de las ideas y las aportaciones.

Ahí tenéis los comentarios para preguntar, criticar, y ese largo etcétera.

Nota: en esta entrada seré inflexible con los comentarios anónimos y que no sean respetuosos.

19 de agosto de 2013

Las cuentas claras

Durante las últimas semanas se ha hablado mucho, a raíz de esta noticia, de las tarifas que cobran los fisioterapeutas tanto cuando trabajan por compañía como cuando lo hacen de forma privada.
Paralelamente, se abren debates recurrentes en twitter sobre los precios que cobran determinados fisioterapeutas, y si eso se puede sostener si estás dado de alta y ejerciendo de forma legal.

En esta entrada voy a intentar explicar, en base a mi experiencia, por qué es casi imprescindible hacer churriterapia si sólo trabajas con compañías, o por qué creo que es inviable mantener un negocio sin intrusismo profesional (me gustó la definición que hizo @lorenzofisio en esta entrada), Y lo voy a hacer "echando cuentas", exponiendo los gastos que tiene un negocio como el mío: una clínica unipersonal, de unos 50 m2, con atención exclusiva de pacientes NO procedentes de seguros privados. Intentaré que sea lo menos farragoso posible.
Estos costes no creo que difieran mucho de los que tengan otras consultas de dimensiones parecidas en mi provincia, aunque me los podéis tirar por tierra en los comentarios.

Las cantidades que aparecerán en color serán totales anuales, pues es la manera correcta de calcular.
Los sueldos no son los que yo me tengo asignados, sino los que creo que, aproximadamente, responden al convenio de fisioterapeuta en mi provincia

GASTOS FIJOS
Son los que no dependen de la cantidad de atenciones que hagas. Teóricamente, luz, agua, teléfono y similares no son gastos fijos, pero dado que en negocios pequeños son cantidades muy similares siempre, los consideraré gastos fijos.

Teléfono+internet: 80€*12: 960€
Luz: 25€*12: 300€
Agua: 60€*4: 240€
Recibo autónomo: 256,72€*12: 3080,64€
Amortización equipos: 300€
Amortización mobiliario: 50€
Sueldo: 1100€ (sueldo fisio) + 300 (sueldo otras tareas)*12: 16800€
Alquiler: 500*12: 6000€
Seguro local: 150€
Seguro IT: 350€
Colegio profesional: 240€
Formación (gastos de curso+alojamiento+comidas+libros): 3000€  (nota: sé que introducir esto como gasto fijo puede ser discutible, pero es imprescindible formarte si quieres seguir siendo competitivo en tu tratamiento)

TOTAL: 31474.64€

Estos son los costes que, quiera o no, abra o no, me supone tener legalmente abierta una consulta como la mía.
Ahora, en base a esto, supongamos una jornada completa como la que regula el convenio (aquí en Sevilla), de 35 horas semanales, lo que nos da 7 atenciones posibles al día. Como soy realista, y hay pacientes que fallan, días que no se completan, semanas más cortas, etc... supongamos 110 atenciones al mes. Y son once meses, que doy por hecho que tengo derecho a un mes de vacaciones.

Eso nos da 1210 atenciones anuales. Si dividimos 30734.64 entre 1210 nos da 26,01€ de coste fijo por sesión. Es decir, quitando fungibles y gastos tipo agujas de punción seca o similar, cada sesión me cuesta como dueño del negocio 26€ aproximadamente. Supongamos que soy afortunado, y tengo la agenda completa siempre, con 35 pacientes por semana, lo que daría 140 atenciones al mes. Serían 1540 atenciones al año, con un coste de unos 20,50€ por sesión.

Supongamos, porque me viene bien para el cálculo, que los costes fijos finales son 23€ por atención, y que el gasto variable (fungibles y demás) es de 1€ por sesión aproximadamente. Eso nos daría un precio, para mantener el negocio, de 24€ por sesión. Pero antes de impuestos, y dado que como autónomo me retienen un 21% de la facturación, el precio de la sesión sería de 30€

Y con este precio, como digo, sólo conseguiría mantener a flote el negocio (lo que se llama estar en un punto de equilibrio), sin que este como tal obtuviera beneficios. Y no se suele tener en cuenta que los autónomos no sólo somos los fisioterapeutas de nuestro centro, sino que además somos los propietarios e inversores, y como tales deberíamos esperar también percibir dinero. Evidentemente la coyuntura actual no es como para pedir maravillas, pero es un factor a tener en cuenta.

Como apéndice, para conseguir llegar a reducir los costes hasta los 7€ por sesión que pagan de media las compañías (siendo optimista), se necesitan, en base a estos costes fijos, 408 atenciones mensuales por once meses (recordemos, uno de vacaciones como todo hijo de vecino, las ocupemos en lo que las ocupemos), lo que da, en meses normales de 20 días laborables, 20 atenciones al día. Que me expliquen cómo puedes dar una atención 100% correcta de esta manera.

Espero que tras este rollo se entienda por qué soy tan firme ante aquellos profesionales que todo su trabajo se realiza "en negro", o por qué creo que una de nuestras principales batallas es conseguir tarifas dignas de las compañías, realizando nosotros con esas tarifas un trabajo de calidad y no manteniendo el nivel de "churriterapia" que en muchas consultas se ve.

Sed libres de comentar y ponerme verde, que para eso está el blog.



14 de agosto de 2013

Periostitis tibial, ¿qué es y qué no es?

Hace ya aproximadamente un año y medio, se produjo mi estreno como bloguero, haciendo una entrada como invitado en el antiguo blog de @carcasor. En una conversación con @blogfisio a través de twitter, me acordé de ella y he pensado que sería un buen ejercicio volver a colgarla, ahora en mi blog. No está actualizada, y supongo que habrá cosas nuevas desde entonces, así que tened en cuenta que es de primeros de 2012. Aún así, creo que resultará interesante y para muchos seguirán cayendo mitos.

Así, transcribo literalmente la entrada original:

Respondiendo hace unos días en un foro de fisioterapia acerca de cómo proceder ante un paciente diagnosticado de periostitis tibial, tanto para confirmar el diagnóstico como para su tratamiento, me entró la ya familiar sensación de que es uno de esos problemas en los que se dan por supuestas y se hacen muchas cosas por “tradición”. Así que procedí a ver cuán desactualizado andaba (andábamos) en el tema.
Y resulta que bastante.
Así que voy a intentar exponer cuál es el verdadero estado del conocimiento acerca de ese dolor tan insidioso. Lo haré basándome principalmente en estarevisión y sus referencias, ayudándome de la guía de Paul Ingraham.  Intentaré ser breve, pero coged palomitas y bebida porque es bastante posible que se os haga largo.
La periostitis tibial se suele definir como una inflamación del periostio que provoca dolor intenso, generalmente en forma de quemazón, y casi siempre en los tercios medio y distal de la tibia. Esto es cierto excepto en afirmar lo de inflamación del periostio, y es que una de las mayores dificultades que nos encontramos a la hora de diagnosticar de forma precisa el dolor tibial es que existen varias patologías que se manifiestan con la sintomatología que habitualmente se asocian a la periostitis:
1.       MTSS (Medial Tibial Stress Sindrome). Es lo que normalmente conocemos por periostitis: una irritación en los tercios medial y distal de la cara postero-medial de la tibia. Pero aquí comienzan las curvas, puesto que no está claro cuál es la fisiopatología exacta de la lesión, y por eso no lo llamo periostitis: porque en estudios recientes como este llegan a la conclusión de que el MTSS no es una inflamación del periostio, sino una reacción al estrés del hueso, que se vuelve doloroso.
Éste otro artículo refrenda esa idea, pues se realizó un scanner óseo a pacientes con dolor tibial, y a un grupo control, y el 100% de los pacientes con la tibia dolorosa presentaba signos de osteopenia, mientras que sólo el 17% de los asintomáticos presentaba esos signos.
Tibia sana (izqda) y hallazgos en MTSS (dcha)
                







Todo ello me lleva a pensar que el MTSS no es un problema de las partes blandas (periostio como fascia), sino una indaptación a una solicitación excesiva del hueso.
Si este problema se agrava o se perpetúa en el tiempo, se podría llegar a producir una fractura por estrés, que sería otro de los problemas que se pueden manifestar con síntomas similares
2.       Síndrome compartimental. En muchos textos que he revisado se considera que un síndrome compartimental medial o posterior puede provocar dolor “tipo periostitis”, pero no hay evidencia clara, pues hay diferencias entre los estudios, de que la presión intramuscular en los mismos esté aumentada (véase la revisión antes comentada). Sin embargo, tampoco es descartable que pueda ser una causa, pues sí hay estudios que identifican aumento de la presión dentro de los compartimentos.
3.       Trigger point en el tibial anterior, que ocasiona dolor referido en el tercio distal de la tibia.


PG en tibial anterior
según T&S
No he encontrado evidencias de que la sola activación del punto gatillo miofascial pueda crear la sintomatología completa. Ahora bien, dado que es una trigger point que suele ser activo, creo que es una complicación que tenemos que tener en cuenta y que debemos tratar, sobre todo si al presionarlo el paciente refiere dolor en la tibia.

                ¿Hemos llegado hasta aquí? Bien, porque ahora queda refutar una de las creencias clásicas más comunes con respecto al dolor tibial: que los síntomas pueden estar provocados por la tracción que ejerce la musculatura próxima a la tibia (sóleo, gastronemio, tibial anterior…) sobre el periostio de la tibia.
                ¿Cómo lo refutamos? Primero porque en disecciones no se hallaron inserciones a lo largo de los tercios medio y distal de la tibia, donde se reproduce el dolor. Y segundo (y esto ya es razonamiento propio), si como dice la evidencia no es un problema perióstico sino óseo, no tiene lógica que la supuesta tracción muscular sobre el periostio provoque el dolor.

                Por todo ello debemos ser muy cuidadosos a la hora de diagnosticar el verdadero problema que está provocando la sintomatología, sobre todo porque pueden coexistir varios de los fallos tisulares anteriormente mencionados.
                El diagnóstico es fundamentalmente clínico, ya que el diagnóstico por imagen, especialmente RX, puede mostrar en un alto porcentaje falsos positivos (un 15% mínimo en la revisión): muchos casos asintomáticos, e incluso de no deportistas, presentan anomalías anatómicas en la tibia.
 Es más que necesaria una anamnesis correcta, pues hemos dejado atrás otras patologías que pueden manifestarse con los mismos síntomas, pero que son fácilmente descartables como dolor inducido por el ejercicio: atrapamiento nervioso del peroneo común, Síndrome del atrapamiento de la arteria poplítea (este estudio identifican casos diagnoticados como síndrome compartimental), cáncer y, atentos, un contagio reciente de sífilis (escribid periostitis tibial en PudMed y os saldrán montones de referencia). Eso sí, a ver quién es el primero que se atreve a preguntar si se tienen relaciones sexuales de riesgo.
Para casos en los que el diagnóstico clínico se hace especialmente difícil se puede utilizar una RMN, e incluso una gammagrafía o un scanner con contraste, pero son pruebas que resultan innecesarias en la mayoría de los casos.

Muy bien, ya queda menos. Respirad un poco que continuamos repasando los factores de riesgo. Aquí he encontrado menos mitos, pero sí encuentro alguna inconsistencia en alguno de los “clásicos”. Es importante no confundirlos con las causas, puesto que hay un gran porcentaje de atletas en los que concurren los factores de riesgo sin que haya ningún síntoma ni daño tisular:

1.       Exceso de entrenamiento. Claramente correcto, puesto que es una sobresolicitación del tejido. Interesante puntualizar que parece que es un mayor factor de riesgo comenzar a entrenar después de una inactividad, que aumentar la carga del entrenamiento.
2.       Excesiva pronación del pie. Es el único factor de riesgo presente en casi todos los estudios o artículos que he visto. Pero me surgen dudas personales con respecto a “excesiva”, porque no hay una definición clara de cuánto es un nivel “normal” de pronación, y cada estudio lo define de una manera. Así que es bastante posible que sí que sea un factor de riesgo claro, pero hay que definir bien los parámetros.
Incluso, en algún estudio como éste, dicen que no hay una conexión definitiva entre una biomecánica atípica del pie y lesiones del corredor.
3.       Ser mujer. En la revisión, al igual que sucede con la pronación, está clasificada como evidencia de nivel I. Bien, pues también tengo mis dudas con respecto a esto.
Muchos de los estudios están realizados sobre militares, en los que se espera que el rendimiento de la mujer durante el entrenamiento sea igual al de los hombres. Puesto que por regla general (que no se me ofenda el género femenino) las capacidades físicas son inferiores en la mujer, en esos entrenamientos es más que probable que se sobresoliciten las estructuras para llegar al nivel exigido. Supongo que a mí me pasaría si se me exigiera correr con Gebreselassie.
4.       Debilidad de los estabilizadores de cadera. En el mismo estudio que rechazaba la pronación del pie se afirma que la debilidad de los estabilizadores de cadera dirige al miembro inferior a una mecánica atípica y a un aumento de fuerzas dentro del miembro mientras se corre.
5.       IMC elevado
6.       Antecedentes. El hecho de haber padecido dolor tibial inducido por el ejercicio predispone a volver a padecerlo. Aunque no he encontrado una explicación satisfactoria al respecto, se me ocurren dos:
a.       Dado que es un problema que se cronifica con frecuencia, que se desarrolle un síndrome de sensibilización central
b.      Que las lesiones tisulares no se recuperen del todo antes de recomenzar el ejercicio

Hay otros factores que se suelen denominar de riesgo muy frecuentemente, como son las condiciones de las zapatillas (demasiado usadas o cambiadas recientemente) o la superficie sobre la que se corre, acerca de los que no hay evidencia de que realmente lo sean.

                Por último, en cuanto al tratamiento, el único artículo que he encontrado en el que se cite algún tratamiento útil es éste, que afirma que las ondas de choque de baja intensidad son efectivas. En el resto, no encuentran ninguna diferencia entre cualquier tipo de intervención y el descanso.
                Ahora bien, tampoco he encontrado estudios en los que la terapia manual se incluya como alternativa (que no quiere decir que no los haya), y me llama especialmente la atención que no haya estudios acerca del masaje perióstico de Vogler, que siempre ha sido mi tratamiento de elección (con resultados clínicos considerables), y que se desarrolló exactamente para este tipo de problemas.
                Y hasta aquí hemos llegado. Muchas gracias por aguantar todo el tocho. Espero que al menos os haya sido útil.