En primer lugar hay que decir que, en esto, casi todos (el 80%, vaya) vamos a tener conflictos de intereses, básicamente porque todos estamos en una posición actualmente: o no trabajamos con ellas o sí que lo hacemos. Así que sí, mi opinión quizás esté sesgada, y por eso lo pido desde ya: son nuestras propuestas e ideas (en algún caso matizadas por mi propia opinión, que para eso es mi blog xD), pero queremos las de todos. Ahí están los comentarios. Lo que sí está claro, si leéis mi entrada Las cuentas claras, es que es insostenible hacer un tratamiento individualizado y de calidad por 6€ / atención.
Creo que ya ha pasado el tiempo en el que uno elegía su seguro de salud como salida a la lentitud del sistema público. Al menos no lo hacen por la fisioterapia: el ciudadano va tomando conciencia de la importancia que tiene una fisioterapia de calidad, y del bien que puede ejercer sobre su salud. Tenemos que jugar esa baza con respecto a la aseguradoras para que dejen de ningunearnos, pero siendo conscientes de que actualmente el "poder" lo ostentan ellos.
Hay que hacerles ver el conocimiento que la población tiene acerca de la fisioterapia, que no son sólo "apretar botones", dar un "sobeteo" y mañana vuelva para lo mismo. También hay que jugar con que vean el coste-beneficio real de una fisioterapia de calidad.
Pero tampoco podemos pedir que simplemente paguen más, y listo. Tiene que haber contrapartidas y un mejor sistema que el de fisioterapia "por paquetes" que existe hasta ahora.
Estas son algunas de las propuestas que han ido surgiendo en conversaciones, pero espero muchas más por vuestra parte en los comentarios:
1. En base a lo anterior, tenemos que renegociar nuestro papel dentro las mismas, pues para muchos asegurados somos su "producto estrella", de relativo fácil acceso (incluso pedir acceso directo estaría bien, pero eso es otra "batalla"). Esto sólo puede conseguirse en base a una atención de calidad, pero no únicamente refiriéndome al proceso asistencial como tal, sino a la obligación de hacer historias clínicas completas, informes de alta, informes de tratamiento, etc.
2. Establecer un nuevo modelo de tarificación, basado en una cartera de servicios diferenciada en la que se vean incluidas la primera consulta, los diferentes procesos asistenciales a seguir (en función de la evolución siempre), el informe de alta fisioterapéutica distinguido del informe de alta médico... y un largo etcétera. De esta manera tendríamos una forma de distinguir procesos "corrientes" de procesos que necesitan atención más especializada (las especialidades, otro carro de batalla) o de más entidad clínica.
3. Otra manera de conseguirlo sería estableciendo una escala de procesos asistenciales, en función de su entidad clínica o grado de dificultad. Por ejemplo (sólo por ejemplo), un grupo para para procesos que sólo precisan de prevención; un segundo de patologías de poca entidad; un tercer grupo de patologías de más entidad (como las del grupo 2 con complicaciones) y un último conjunto para procesos de gran entidad o de alta especialización. Obviamente, hay un amplio debate aquí sobre qué entra en cada grupo.
A todo esto habría que sumar reuniones con distintos colectivos, como la mutualidad de funcionarios (gran número de los asegurados son funcionarios, como sabréis, por mor de sus convenios), para hacer ver a ellos también la importancia de la fisioterapia y que puedan hacer fuerza en nuestro favor.
Claro, todo esto está muy bien. Pero en una negociación ambas partes tienen que ofrecer algo, y nosotros aún no lo hemos hecho. No podemos exigir más precios, o esas divisiones, así por las buenas. Tengamos en cuenta que:
a. No podríamos seguir haciendo churriterapia bajo estas premisas. Y deberíamos, en mi opinión, permitir que las aseguradoras "auditaran" de algún modo nuestros tratamientos, exigiendo que fueran basados (o informados) en la evidencia, a modo de lo que se hace en los EEUU.
b. Quizás, en alguno de los supuestos antes explicados, se precise una formación específica para poder realizar alguna de las atenciones (otra vez las dichosas especialidades). Y no hablo solo de lo que podamos necesitar nosotros, sino nuestros empleados.
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Las negociaciones siempre son difíciles y en ésta concretamente hay muchos actores y factores |
Y estas dos sólo a modo de ejemplo, porque seguro que sería todo mucho más duro que esto.
Por último, y aquí barro para casa, si se consigue, ¿en qué posición quedamos los que durante años hemos elevado la concepción de la fisioterapia rechazando a este "cliente-asegurado"?. Sé que esto que digo es bastante polémico (no sabéis qué debate ha habido en nuestras reuniones), pero creo que habría que vehiculizar sistemas para que no quedemos fuera de estos pacientes si se consigue una negociación y un acuerdo (ojalá) positivos.
Espero vuestras críticas y sinceras opiniones.