1 de julio de 2014

FISIOSOFÍA


La pregunta está en el aire. Navega entre las redes. Flota en las mentes inquietas de muchos de nosotros.

¿Qué es Fisioterapia de Calidad?

En este caso la pregunta es una respuesta en sí misma.

Resulta que la palabra Calidad, viene a significar “el qué”, “de qué naturaleza”.

Si estudiamos su etimología encontramos a Platón, con su palabra Poiotes, (De Poios, de qué clase), cuyo origen comparte con el latín Qualis (Qué), y que luego Cicerón la traduce como Qualitas (Calidad).

Todo esto esconde por ende una doble cualidad: CALIDAD - QUÉ.
           
La respuesta entonces viene sola: la calidad en fisioterapia procede de la naturaleza misma de la entidad. Debemos remontarnos a sus principios: ¿qué es fisioterapia?, ¿cuál es su naturaleza? Por tanto para dar Calidad, debemos buscar en aquello que nos define, que nos hace únicos, que nos proporciona entidad.

Reflexionemos, evolucionemos, a pesar de aquellos que NO hacen calidad porque NO hacen Fisioterapia ya que no entienden, no conocen la naturaleza (porque nunca la estudiaron), o lo que sería peor, olvidaron su esencia aunque la acariciaron en algún momento entre sus manos, porque no participan de su QUÉ.

¿Nos animamos a “fisiosofar” un rato? 
 
Inma Villa Del Pino
@villa_inma

14 de abril de 2014

Algoritmo para detectar Sensibilización Central



Los pasados 3 y 4 de Abril tuve la fortuna de asistir al Curso sobre dolor crónico y sensibilización central: Neurociencia moderna en la práctica de la fisioterapia, con el genial Jo Nijs y la inefable Margot de Koning como profesores. En él, como nos decían en su primera diapositiva, nos invitaban a “pensar más allá de músculos y articulaciones”.
Nos mostraron los mecanismos neurofisiológicos por los que aparece en primer lugar el dolor crónico, y en segundo lugar la sensibilización central. Pero de eso ya se ha escrito en la blogosfera mucho mejor de lo que podría hacerlo yo (éste es un buen ejemplo de Arturo Goicoechea), así como de los factores predisponentes a desarrollar la sensibilización central. Sin embargo, a pesar de esta primera parte teórica, fue un curso eminente práctico (los docentes tratan pacientes a diario además de ser investigadores), lo que en el tema abordado es bastante complicado de hacer de forma tan amena y didáctica como consiguieron ellos.
Así, en lo que me quiero centrar, porque me pareció tremendamente útil en su simpleza, es en el algoritmo que ellos utilizan para determinar si un paciente ha desarrollado o no sensibilización central, pasando ésta a ser, al menos, parte de su problema cuando no el proceso principal al que hemos de atender (en una próxima entrada explicaré cómo lo hacen ellos). Es el que aparece en la siguiente imagen:


Son preguntas, como podemos ver, sencillas, y que normalmente podemos contestar bastante rápido y con fiabilidad:
Criterio 1: ¿Es la experiencia dolorosa desprorpocionada?
Puede ser desproporcionado en cuanto a la severidad del dolor o la discapacidad o disfunción asociada con respecto a la naturaleza y extensión de la lesión o patología.
Ejemplos: dolor de cuello crónico, no lesiones estructurales, gran discapacidad con lesiones no graves, cirugías demasiado tempranas, imágenes diagnósticas que no explican la severidad o difusión de los síntomas, etc.

Criterio 2: ¿Distribución difusa del dolor?
Puede contestarse positivamente con cualquiera de estas opciones: dolor generalizado o muy extenso, dolor con distribución no segmentaria, dolor que varía su localización. A tener en cuenta, pero en menor medida: dolor bilateral (posible dolor “en espejo”).

Criterio 3: ¿Hipersensibilidad a sensaciones no musculo-esqueléticas?
Esta pregunta la respondemos mediante el Inventario de Sensibilización Central (sólo parte A). Si nos da una puntuación de 40 o más (25 ítems puntuados de 0 a 4), y cumple los requisitos anteriores necesarios (dolor desproporcionado), podemos decir que el paciente tiene sensibilización central.
Puedes leer más acerca su validación aquí y aquí.

Obviamente, todo viene apoyado previamente en una historia clínica detallada, en la cual nos podemos encontrar síntomas y signos adicionales que nos pueden empezar a orientar: respuestas terapéuticas anormales, evolución temporal del dolor anormal, dificultades para dormir, dificultades de concentración y memoria… La mayoría se miden en el inventario, pero es en la anamnesis donde pueden aparecer por primera vez, y la primera orientación para elaborar una hipótesis basada en la sensibilización central.
Si nos encontramos en esta situación, no debemos dudar en adaptar el tratamiento y abordar en primer lugar este problema, pues sin solucionarlo no vamos a conseguir una evolución correcta. Como he dicho antes, intentaré explicar cómo hacerlo en una próxima entrada en base a lo que nos contaron.

8 de marzo de 2014

Día de la Mujer

Imagen sacada de
www.escuelaenlanube.com
Sí, día de la mujer, porque trabajadoras son todas, y lo han sido siempre.
Durante mucho tiempo que la mujer trabajara (fuera del hogar) era excepcional. Hoy, por suerte, ya no. Pero nos encontramos en una cultura en que el hombre aún "ayuda" en las tareas del hogar, como si no fueran también cosa suya.
Nos encontramos en una sociedad en la que se sigue diciendo que un padre puede ser muy buen padre, pero que "como están los niños con una madre..." como excusa para que sean ellas quienes más se ocupen de los hijos. O en la que si hay que cuidar de un familiar enfermo o anciano, es mayoritariamente una mujer quien lo hace.
Por todo ello, las mujeres se merecen este sentido homenaje de la mano de @villa_inma, que ha sabido expresarlo mucho mejor de lo que yo hubiera sabido hacerlo. Porque mientras estas situaciones se sigan produciendo es necesario recordarlas, para que realmente consigamos una igualdad efectiva.


Va por vosotras.



“Hablemos de Ellas”

Está presente al nacer,
en la niña y en la anciana;
Y en el final del camino, 
orgullo de Ser, Mujer.

Se mueve, conmueve;
La ciencia, experiencia.

Entre sus manos calor
en sus dedos la ternura;
Ella siempre reflexiona
Y en ti, mujer, el amor.

Te sana, te guía;
Evidencia y paciencia.

Está presente al nacer, 
en el niño y el anciano;
Orgullo de profesión 
Y orgullo de ti, mujer.

Inma Villa

5 de marzo de 2014

Dolor lumbar y pruebas diagnósticas



Esta imagen (correspondiente a este artículo) circuló por twitter hace ya unas semanas, desde varias fuentes, poniendo de manifiesto algo que muchos de nosotros ya sabemos: las imágenes radiográficas por sí solas no son significativas. En la imagen se aprecia que, incluso en los sujetos más jovenes estudiados, los hallazgos "postivos" son tremendamente elevados, especialmente en la artropatía facetaria.


Para los pacientes, os traduzco: cada vez que os dicen que vuestro dolor lumbar es porque "tenéis artrosis", es por hallazgos como ese. En cuanto a lo qhe en la imagen aparece como "Disc buldge" y "Disc protusion", que como veis también son relativamente frecuentes, son las famosas "hernias discales" que también os dicen que son la causa de vuestra lumbalgia. Y sí, avispado lector: ¿por qué si es tan frecuente encontrar hallazgos de ese tipo en población sin dolor, achacan rápidamente a los mismos el dolor? Es una buena pregunta, y las posibles respuestas son múltiples. 

Entre todas esas respuestas posibles, me inclino por pensar que, dado que el 85% de las lumbalgias son inespecíficas (Wadell, 2004), lo que quiere decir no son achacables a una lesión concreta en el tejido (como podría ser una fractura), es más fácil dar una causa concreta, que el paciente puede entender por estar extendida en la sociedad y porque se está "viendo", que perder tiempo (que en muchos casos no se tiene) y esfuerzo en explicar al paciente que el dolor no viene de un tejido concreto, sino que es una lumbalgia inespecífica.

Espero que, paciente lector, después de esto, entiendass que los profesionales, demos preferencia a lo que nos contáis con respecto a la imagen. La imagen diagnóstica no es relevante si los hallazgos encontrados no corresponden con la sintomatología que nos describís.

Con respecto al estudio del que he obtenido la imagen, es una gráfica que producen extrapolando datos de este otro (open access en este caso). Publicado en 1993, es interesante sacar algunas frases de sus conclusiones, pues parece mentira que aún haya especialistas que se basen en imágenes (traducción propia y posiblemente no rigurosa):
  • Sólo el 36% de los examinados (sujetos asintomáticos) presentaban discos normales en todos los niveles
  •  En cualquier caso, el cuadro clínico debería corresponder con la imagen obtenida en la RMN. Anormalidades en la columna lumbar observadas en una resonancia pueden carecer de significado sin son consideradas aisladamente. 
  •  El término "hernia" quizás es demasiado genérico para tener relevancia clínica. 
  •  Dado la alta incidencia del dolor lumbar en la población general, el descubrimiento de protuberancias o protusiones mediante resonancia magnética nuclear podría ser, frecuentemente, un hallazgo casual.

Os animo a que comentéis y me machaquéis, como siempre.

Bibliografía
1. Campbell J, Colvin L; (2013) Management of Low Back Pain. BMJ 2013; 347:f3148
2. Maureen C et al (1994) Magnetic Resonance Imaging of the Lumbar Spine in People Without Back Pain. N Engl J Med 1994;331:69-73

20 de diciembre de 2013

Toca dar las gracias

Hoy toca contar un cuento, por aquello que estamos de Navidad. Pero esta vez, un cuento agradable, real, y conmigo de personaje principal. Es la historia de por qué no dejé la fisioterapia.

Porque, aunque parezca mentira por la cantidad de horas que le dedico, hace ahora algo más de dos años yo me estaba planteando muy seriamente abandonar la profesión. La formación a la que había tenido acceso no me daba soluciones a cierto tipo de pacientes, y además iba desarrollando con la edad un cierto pensamiento crítico (nada del otro mundo, no os vayáis a creer) y empezaba a percatarme de que muchas cosas que me habían enseñado fallaban en lo más básico y violaban los principios de la lógica y la ciencia.

Entonces, abrí cuentas en perfiles sociales, leí blogs, y me dije: "Coño, si hay gente que ha pasado por lo que estoy pasando yo, a los que les han fallado las mismas cosas que a mi, y encima me pueden enseñar el camino y están dispuestos a hacerlo". Y conforme más leía, más aprendía, más "desaprendía".

Entonces volvió la ilusión. El planteamiento de dejar la profesión comenzaba a ser una pesadilla que quedaba en el olvido. Comencé a formarme con criterio, conocí a gente maravillosa que estaba siempre dispuesta a ayudar de forma desinteresada aconsejándote, o enviándote archivos, o a prestarte libros enviándolos por correo... La lista es interminable.

Y dos años después aquí me tenéis. Haciendo un (creo) trabajo infinitamente mejor del que hacía, con mucho más criterio y razonamiento. Y sobre todo con ILUSIÓN. Esa ilusión que entre muchos de vosotros me habéis hecho recuperar. Esa ilusión en que el mundo está lleno de gente buena. Esa ilusión que da que tanto pacientes como tus propios compañeros te reconozcan el esfuerzo hecho de una manera o de otra. Esa ilusión que te hace dejarte las pestañas cuando llegas a casa después de más de 10 horas de trabajo. Esa ilusión, en definitiva, que había perdido y que recobré encontrando aquello que buscaba cuando me metí en esta aventura de la fisioterapia. 

Por ello, GRACIAS. Gracias a todos los que me leéis, a todos con los que en un momento u otro e interaccionado: entre todos me hacéis querer superarme. Gracias a todos los que me habéis ayudado en alguna ocasión con consejos, libros, ideas para pacientes "rebeldes": vuestra generosidad es un ejemplo.

Hay algunos que, sepáis o no, me habéis ayudado y/o me estáis ayudando especialmente en el camino (y seguro que olvido a alguno que en su bondad me lo perdona): Gracias a Laura, Irene, Aurora y Rocío, porque es increíble que pueda recibir tanto cariño de gente que estáis tan lejos. Gracias a Arturo y Carlos, porque en distintos momentos me habéis guiado, muchas veces sin saberlo, más de lo que creéis. Gracias a Mariví, por demostrarme una confianza que yo mismo no tenía. Gracias a Jorge y Lorenzo: siempre me habéis demostrado que creéis en mi como persona y profesional: lo valoro más de lo que pensáis, y es una suerte poder trabajar con vosotros y que estéis tan cerca. Andy, también gracias a ti, por aguantar mis "cervezas" y mis bajones cada vez que te lo pido, dando sin esperar nada a cambio.

Y, por supuesto, gracias a ti, Carmen. Tu ayuda, tu apoyo, tu comprensión y tu paciencia son más de lo que hubiera podido pedir en esta vida. Gracias por soportar ver como trabajo en casa durante horas que por derecho te corresponden. Gracias por apoyarme en mis ausencias mientras estoy de curso. Gracias por apoyarme cuando han venido mal dadas y me has animado a seguir por donde iba. Sé que como regalo de cumpleaños no es mucho, pero este agradecimiento público es algo que quería darte. Sin ti nada de lo bueno que me está pasando, incluidos los dos maravillosos hijos que estamos criando, sería posible. Te quiero.